Hace tiempo que me apetece tener alguna conversación de esas transcendentales, que tan rara vez llego a tener, con algunas personas:

A mi amigo Miguel (inseparables desde párvulos hasta el instituto) me gustaría preguntarle que si se acuerda de aquella canción de héroes del silencio... qué como hemos llegado a separarnos tanto¡?... Saber qué opina de mi.

A mis compañeros de piso me gustaría agradecerles que hayan dado vida durante estos años. Dentro de dos meses nuestra etapa de estudiantes acabará (eso será si apruebo) y cada uno seguirá su camino. Ellos se tienen cerca los unos de los otros, se verán todos o casi todos los fines de semana y yo vivo lejos de ellos.
El otro día comentándoles que esto se acercaba a su fin y tal, me bromearon que haber si de un momento a otro les iba a venir con eso de “uy, se me ha metido algo en el ojo” (que se suele decir en las series de tv cuando uno se emociona y no quiere reconocerlo). Pero es normal que me emocione, si tengo carrera y si soy medianamente feliz es gracias a ellos.

Con mi hermana me gustaría hablar de mama, que qué pasa en casa, qué si siempre ha sido así o ahora esta cambiando. Estaría bien contarle mis cosas, mis miedos, mis problemas, que me aconsejara y me ayudara. Preguntarle por su vida, como le va desde que se ha ido de casa...

Con mi otra hermana también me gustaría hablar de casa. Ella que siempre ha intentado arreglar los problemas entre mis padres, sabe cosas que yo no sé y que probablemente me ayudarían a entender mejor la situación y tal vez a llevarlo mejor. Pero hace tiempo que tiro la toalla y decidió centrarse en su marido y sus hijas y sobretodo en vivir su vida.

Que difícil es encontrar buenos momentos para hablar sobre ciertas cosas.

"hace tiempo que ya no te veo, quizas no te llamo

porque no me atrevo, hace tiempo que ya no te veo,

habremos cambiado?

.... Sinceramente si."